La perfecta integración entre dominios de automatización de edificios no solo ofrecerá nuevas posibilidades para una gestión de la energía más eficiente y una mayor reducción de los costes, sino que también presentará nuevos casos de uso, ofreciendo un cambio sustancial en la experiencia del usuario. Por ejemplo, los sistemas de CVAA pueden ajustar de forma dinámica la temperatura y la ventilación en oficinas y salas de conferencias en función de la ocupación prevista, la previsión meteorológica y preferencias individuales. Los sistemas de iluminación inteligentes pueden adaptar la luminosidad a los niveles de la luz solar, imitando los cambios naturales en la luz diurna para respaldar los ritmos circadianos. Asimismo, las infraestructuras inteligentes pueden permitir interacciones sensibles a la localización, señales personalizadas para eventos y visitantes, disponibilidad de salas de reuniones y lugares de trabajo en tiempo real, y la liberación automática de espacios reservados desocupados (70). Para que estos avances sean posibles, deben superarse las barreras actuales en materia de interoperabilidad, escalabilidad, capacidad de actualización y sobrecarga de datos.
Los desafíos en materia de interoperabilidad pueden abordarse mediante la adopción de protocolos de comunicación basados en IP, que permitan la interacción perfecta entre unidades IoT de diferentes fabricantes. Una infraestructura basada en IP unificada simplifica la gestión de la red, reduce los costes asociados a las soluciones propietarias, y permite que diversos sistemas del edificio compartan datos a través de una única red troncal de IP (71). No obstante, este cambio requerirá una mayor implicación de los equipos de administración de TI en el diseño, la puesta en marcha y los procesos de toma de decisiones de los sistemas de automatización de edificios.
Superar los desafíos en materia de escalabilidad requerirá la adopción de modelos de dominio semánticos, que definan las relaciones entre componentes, sistemas y flujos de datos en el dominio de automatización de edificios. Estos modelos proporcionan el contexto de los datos, lo que permite la configuración autónoma de sistemas complejos.
Por último, la capacidad de actualización automatizada de las unidades IoT también será esencial para abordar los problemas de seguridad, dado que resulta inviable el parcheo de miles de unidades en un edificio. Las actualizaciones seguras a través de la red dependerán de que se resuelvan los desafíos en materia de interoperabilidad.