El futuro de technology

Edificios conectados

El número de unidades con capacidad IoT en los edificios está creciendo rápidamente, pero siguen existiendo desafíos, como la capacidad limitada de interoperabilidad y escalabilidad, la falta de capacidad de actualización y la sobrecarga de datos, que impiden que se despliegue su pleno potencial. Los protocolos de comunicación basados en IP, los modelos de dominio semánticos, y las actualizaciones seguras a través de la red ayudarán a superar estos obstáculos y ofrecerán nuevos casos de uso.

El crecimiento de las unidades IoT en los edificios y sus problemas

En la actualidad, hay aproximadamente 2000 millones de unidades IoT (Internet de las cosas) instaladas en edificios, un número que se espera que crezca en un 13,7% anualmente en el futuro (69). Las unidades IoT en los edificios son redes de sensores, sistemas y equipos interconectados que recopilan e intercambian datos para optimizar las operaciones, incrementar la eficiencia energética y mejorar el confort y la seguridad de los ocupantes. Los ejemplos incluyen sistemas de control de acceso y seguridad conectados, sistemas de gestión de la energía de los edificios y CVAA, sistemas de gestión del lugar de trabajo, sistemas de iluminación inteligentes, escaleras mecánicas y ascensores, sistemas de aparcamiento, sistemas de seguridad y contra incendios, y monitores de la calidad ambiental en interiores. Un único edificio que alberga decenas de miles de unidades IoT es uno de los sistemas controlados más complejos del mundo —aún más complejo que los vehículos autónomos o los robots industriales.

Si bien la integración de unidades IoT en los edificios ofrece oportunidades considerables, existen diversos retos que limitan actualmente su pleno potencial. Uno de los principales obstáculos es la interoperabilidad, dado que muchas unidades IoT dependen de protocolos propietarios, lo que complica la integración de sistemas entre diferentes verticales de automatización de edificios e impide el correcto funcionamiento. La escalabilidad sigue siendo otro obstáculo importante, dado que la gestión de las redes IoT en expansión se vuelve cada vez más compleja sin unidades IoT que puedan reconocer y coordinarse automáticamente con otras unidades IoT. Asimismo, la capacidad de actualización es fundamental, dado que el firmware de las unidades IoT con frecuencia se queda mucho más rápidamente desfasado que el hardware debido al avance de la tecnología, y resulta necesario realizar actualizaciones frecuentes para garantizar un funcionamiento eficiente y seguro.

En 2024 hay aproximadamente 2000 millones de unidades IoT (Internet de las cosas) instaladas en edificios —un número que se espera que crezca en un 13,7% anualmente

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Desbloqueando el pleno potencial de los edificios conectados

La perfecta integración entre dominios de automatización de edificios no solo ofrecerá nuevas posibilidades para una gestión de la energía más eficiente y una mayor reducción de los costes, sino que también presentará nuevos casos de uso, ofreciendo un cambio sustancial en la experiencia del usuario. Por ejemplo, los sistemas de CVAA pueden ajustar de forma dinámica la temperatura y la ventilación en oficinas y salas de conferencias en función de la ocupación prevista, la previsión meteorológica y preferencias individuales. Los sistemas de iluminación inteligentes pueden adaptar la luminosidad a los niveles de la luz solar, imitando los cambios naturales en la luz diurna para respaldar los ritmos circadianos. Asimismo, las infraestructuras inteligentes pueden permitir interacciones sensibles a la localización, señales personalizadas para eventos y visitantes, disponibilidad de salas de reuniones y lugares de trabajo en tiempo real, y la liberación automática de espacios reservados desocupados (70). Para que estos avances sean posibles, deben superarse las barreras actuales en materia de interoperabilidad, escalabilidad, capacidad de actualización y sobrecarga de datos.

Los desafíos en materia de interoperabilidad pueden abordarse mediante la adopción de protocolos de comunicación basados en IP, que permitan la interacción perfecta entre unidades IoT de diferentes fabricantes. Una infraestructura basada en IP unificada simplifica la gestión de la red, reduce los costes asociados a las soluciones propietarias, y permite que diversos sistemas del edificio compartan datos a través de una única red troncal de IP (71). No obstante, este cambio requerirá una mayor implicación de los equipos de administración de TI en el diseño, la puesta en marcha y los procesos de toma de decisiones de los sistemas de automatización de edificios.

Superar los desafíos en materia de escalabilidad requerirá la adopción de modelos de dominio semánticos, que definan las relaciones entre componentes, sistemas y flujos de datos en el dominio de automatización de edificios. Estos modelos proporcionan el contexto de los datos, lo que permite la configuración autónoma de sistemas complejos.

Por último, la capacidad de actualización automatizada de las unidades IoT también será esencial para abordar los problemas de seguridad, dado que resulta inviable el parcheo de miles de unidades en un edificio. Las actualizaciones seguras a través de la red dependerán de que se resuelvan los desafíos en materia de interoperabilidad.