Elaborar informes de sostenibilidad significa revelar cómo una empresa integra los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) y qué hace para mejorarlos. A nivel mundial, casi 20 organizaciones que persiguen diversos objetivos están implicadas en definir normas de elaboración de informes de sostenibilidad, incluidas organizaciones sin ánimo de lucro, consorcios empresariales y los programas de las Naciones Unidas (29).
Esta heterogeneidad hace que la armonización de normas en materia de elaboración de informes suponga un enorme reto. Por ejemplo, las empresas que entran en el ámbito de aplicación de la Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad de la UE (CSRD por sus siglas en inglés) tienen que elaborar informes conforme a las normas europeas de información sobre sostenibilidad (NEIS), que difieren de las normas más ampliamente utilizadas elaboradas por la Iniciativa mundial de presentación de informes (GRI por sus siglas en inglés). Al mismo tiempo, las empresas también deben cumplir el Reglamento sobre la taxonomía de la UE, que hace hincapié en actividades empresariales medioambientalmente sostenibles, y la Directiva sobre diligencia debida de las empresas (CSDDD por sus siglas en inglés), que se centra en la diligencia debida en materia de derechos humanos y medio ambiente (30).
Si bien cumplir los diversos requisitos de ESG puede resultar complejo y costoso, la elaboración de informes de ESG integrales ofrece beneficios que se extienden más allá del cumplimiento normativo. La mejora de la transparencia en materia de ESG con frecuencia impulsa la adopción de medidas al permitir a las empresas identificar ineficiencias, reducir costos y lograr importantes beneficios económicos. Un estudio de McKinsey & Company reveló que la ejecución eficaz de ESG puede repercutir en los beneficios de explotación en hasta un 60%, por ejemplo, mediante la reducción del consumo de energía o un menor consumo de agua (31).
Los inversionistas en EE. UU. y Europa dan cada vez más prioridad a factores ESG como estrategia para mitigar riesgos y la volatilidad de las carteras (32). Los parámetros de medición ambientales reciben a menudo mucha atención, en particular los compromisos voluntarios con la iniciativa Science Based Targets (SBTi), a la que están adheridas numerosas empresas líderes. No obstante, factores sociales como la calidad del aire interior, el confort térmico, la iluminación y los niveles de ruido son igual de importantes. Estos elementos tienen un impacto directo en la salud y bienestar de los ocupantes, al reducir los riesgos a largo plazo, prevenir enfermedades e incrementar la productividad. En la actualidad, con la revelación voluntaria de los datos de ESG por parte del 86% de las empresas del S&P 500, la transparencia se ha convertido en una expectativa estándar, reforzando la confianza entre inversores y clientes (33).